Tamuz, 5779

'Preguntas sin respuesta'

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Veinticinco años han transcurrido, la perplejidad ante la barbarie aun nos paraliza y no se ha encontrado la fórmula para mitigar el dolor de la falta y del sentirse vulnerables en un terreno que se percibía seguro.

 

¿Qué importa el tiempo transcurrido cuando la pérdida es fruto de la injusticia, de la violencia gratuita y del odio visceral? Esta semana recordamos no solamente eventos del pasado cercano, los transcurridos en el edificio de la Amia hace 25 años, sino también el 17 de Tamuz. Esta triste fecha marcó el principio del fin del asentamiento de nuestro pueblo en la añorada tierra de Israel hace ya casi dos mil años. Dos mil años y aquel dolor continúa marcado en nuestros corazones y en nuestras memorias, el tiempo transcurrido es irrelevante cuando el dolor es tan intenso.

 

¿Qué podemos aprender del sufrimiento causado? ¿Acaso hemos de aprender algo nuevo que no se haya dicho anteriormente? Faltan respuestas, nuestra lógica nos empuja a perseguir la justicia pero nuestro corazón aún busca las razones de la barbarie y, como era de esperar, sigue sin comprender.

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